Necesitamos cosechas no de muerte sino de Vida
Semillas para la Paz Cuantos años han pasado desde que nuestros profesores de primaria nos colocaron la tarea de sembrar una semilla -un grano de frijol o de arveja en un vaso con algodón. Uno de nuestros primeros experimentos para enseñarnos el proceso de germinación. Recuerdo esta tarea con mucha alegría primero porque había que darle unas condiciones a la semilla para que germinara...una cuna de algodón humedecida y una caja para cubrirla de la luz. Todos los días levantábamos la caja y observábamos como estaba creciendo y tomábamos las medidas y registrábamos en nuestra bitácora los cambios para llevar a la clase. Preparar el terreno para la semilla, aprender a cuidarla y llenarse de paciencia. Hoy recordamos el pasaje del evangelio del Sembrador. Jesús esparce la semilla. Alguna cae en tierra en el camino y se la comen los pájaros, otra entre piedras las cuales se secaron pronto, otras entre espinos que se sofocaron al crecer y otras en tierra abonada y estas sí que dieron b