Una mirada de ternura con la naturaleza
Una mirada de ternura a profundidad
Con la naturaleza:
¿Qué quieres que haga por tí?
El mes de enero fue un tiempo de sequía. El agua como fuente de vida era tan necesaria para regar el jardín. En algún momento por el calor intenso y también por el descuido de no regar en una semana vi prácticamente achicharrarse las hojas de 10 árboles de Yaca que llevan un año en el vivero de nuestro jardín. Realmente da tristeza que el esfuerzo de un año por sacar adelante estos arbolitos se echara a perder. Sin embargo las hojas cayeron y seguíamos cuidándolas y pronto reverdecieron nuevas hojitas en los arbolitos. Hoy estamos pensando en donde sembraremos esas Yacas .-árbol exótico frutal de Bangladesh- haremos un jardín. Por otro lado las sábilas, sus pencas se estaban secando y tomando un color amarillento quemado y sin embargo al final de enero empezaron a florecer, el nopal ahora esta floreciendo y el lirio color salmón dio sus primeras flores del año.
La naturaleza nos debe llevar a contemplar las maravillas de la creación. Pero al observarla también nos invita a hacer algo por ella. Realmente no podemos ser espectadores en medio de la sequia. Nuestra tarea es tomar acciones para que los seres vivos se perpetúen y más cuando nos prestan un servicio porque benefician nuestra salud y por la belleza que nos brindan.
Tenemos una planta de ruda que cuando la regamos ella inmediatamente esparce su aroma tal vez como una forma de agradecimiento porque le brindamos cuidado.
En enero vimos como tres plantulas de llanten crecían acosadas en el matero y por la crudeza del clima, el sol las venia quemando. Reubicamos el matero y sacamos 2 de ellas a las bandejas. En menos de 15 días vienen creciendo, hay que aporcarlas y regarlas continuamente. Se necesitaba un espacio más amplio para que pudieran extenderse y crecer.
Me pregunto si al empezar el año, estábamos viviendo en completa aridez, sin rumbo, sin proyecto alguno que nos diera sentido a nuestra existencia.
La contemplación de la naturaleza también nos enseña que debemos pasar a la acción. Que no podemos dejarnos morir.
Como docente me creía experto en temas como proyecto de vida. Muchos jóvenes elaboraron sus proyectos de vida orientados por mí. Hoy después de muchos años y que ahora escucho la naturaleza lo presentaría diferente.
Y es que un proyecto de vida que no tenga en cuenta a la naturaleza no puede llevarnos a una auténtica comunión.
Es por ello que te invito a que observes a tu alrededor. Es estos días me compartían un video de la mesa de los Santos donde con la lluvia varios colibrís extendían sus alas y se bañaban en las ramas de un árbol. Realmente hermoso verlos disfrutando las primeras lluvias del año. Si vives en la ciudad busca un espacio, un parque, la esquina de plantas ornamentales de tu casa o el fin de semana busca un espacio para caminar en medio del bosque o la naturaleza y observa, solo detente y escucha, solo abre tus ojos y solo con una mirada de ternura pregúntale...¿Qué quieres que haga por tí?.
Incorpora esa respuesta a tu proyecto de vida y conviértela en una acción decidida en favor de la naturaleza.
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