Visita al Laboratorio Artesanal de Alivien

 

Sean bienvenidos a nuestro Laboratorio Artesanal de Fitoterapia

 

Esta entrada del blog se hace desde la mirada de una visitante al espacio de elaboración de nuestros productos quien es practicante de la Fundación Sayer para el emprendimiento de ALIVIEN.

 

Por: Nathalie Escobar Mantilla, estudiante de Artes Audiovisuales de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.

El pasado 24 de junio tuve la oportunidad de visitar el laboratorio de Alivien, y conocer de cerca el tratamiento de sus productos. Ese día, se propuso poner orden a las diferentes estaciones que componen su procedimiento, para lo cual se imprimieron unos carteles que sirven de aviso para los ocho pasos a seguir dentro del lugar.

 En primera instancia, afuera, está la etapa de observación, donde llegan las plantas que se usarán. Allí se observan una a una, para saber el estado en el que están y se les hace una pequeña limpieza.


Ya dentro, se proceden a seleccionar las hojas y partes en estado óptimo de cada planta, y se pesan para saber con cuánta cantidad proceder según lo que se necesite. En un lugar de lavado contiguo a la mesa, se lavan las plantas y luego pasan al siguiente momento que es el de secado. Allí se extienden para que se sequen naturalmente.



Una vez pasa el tiempo de secado, se destilan. Me gustó mucho este paso, pues el proceso lo estábamos realizando con plantas de eucalipto, las cuales desprendían un olor maravilloso que impregnó todo el espacio. Volviendo al procedimiento, cuando este se termina, se obtienen tanto el hidrolato de esta planta como su aceite esencial y se envasan por separado.

 

Otro método de extracción de las propiedades de una planta es el de baño maría, para el cual anteriormente se ha hecho una maceración de la misma en un aceite portador. Este baño acelera la maduración. Asimismo, hay otros procesos que se hacen dentro del laboratorio, como el de la obtención de las tinturas madres mediante la maceración en alcohol.



En el quinto paso, sigue el envasado, en el que se guardan los hidrolatos, aceites y tinturas, para posteriormente hacer la mezcla que se requiera. Recordemos que hay productos que resultan de la combinación de diferentes ingredientes en cierta cantidad. Después de esto, lo que sigue es el envasado final y etiquetado. Ahí ya se hacen las mezclas correspondientes al producto que se necesite y se etiqueta, escribiendo a mano tanto el nombre del producto como de los componentes que fueron usados para su realización.



Acá podemos observar los hidrolatos junto con tinturas madre y aceites almacenados por separado para cuando deban ser usados y mezclados entre sí. En la mesa de al lado tenemos por su parte la exhibición de los productos ya terminados y listos para su venta.



Siempre me había causado curiosidad el proceso de elaboración de plantas medicinales y productos naturales en general, pues le tengo gran respeto a la naturaleza y creo en que uno de los propósitos que tienen esta es de ayudarnos con nuestras dolencias y también a que tengamos una mejor calidad de vida. Algo que me llamó la atención cuando entré al lugar fue el ambiente artesanal que tenía. Recuerdo películas que retratan épocas antiguas y cómo los que sanaban con plantas tenían un espacio en donde guardaban en frascos los extractos de cada una de ellas, con gran conocimiento de cómo hacer uso de estas. Me da felicidad saber que a esa sabiduría antes tan valorada, ahora un poco olvidada, se le esté volviendo a dar un lugar en nuestra sociedad y que podamos hacer uso de lo que nace de nuestra tierra para ayudarnos a vivir una vida más agradable y de igual forma de constante agradecimiento para con quien puso a nuestra disposición, mediante su creación y por su gracia, estas bendiciones.






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