Es necesario descubrir el poder secreto de las flores
Una de las actividades antes de
la Pandemia que más me gustaba era asistir a las Ferias del Libro en Bogotá y
cuando no iba en familia acudía solo. En
el 2019 me encontré un fin de semana con mi hermana, ella compró las boletas e
ingresamos a Corferias. Yazmín me
preguntó; ¿Qué libro me gustaría leer? y yo le dije que Esencias de Flores para
cada momento del médico Santiago Rojas.
Le buscamos y encontramos un único ejemplar que quedaba. Realmente maravilloso mi hermana con nombre
de flor regalándome un libro de flores.
Era el comienzo de una aventura de destilación de las esencias florales.
De los libros que me haya leído
más rápido creo que ha sido ese. Cuando
regresé precisamente me llamaron del Colegio de mi hija para recibir las notas
del periodo y la situación realmente era
crítica pues prácticamente perdía 8 de las asignaturas. Recuerdo que cuando le revisaba las tareas, yo
mismo le preguntaba: ¿Esta tarea a cuál asignatura pertenece? Y ella me miraba
y no sabía a cuál asignatura pertenecía.
Cuando hable con los profesores todos decían que la niña se distraía fácilmente
y el diagnóstico atención dispersa. Dentro
de mí decía: Esta niña está despalomada.
Y es que los ácidos de la
Jacaranda y los flavonoides intervienen en el cerebro afectando positivamente las
neuronas generando su propia electricidad para que el cerebro funcione de una
mejor manera.
Con todo lo anteriormente
descrito me di a la tarea de revisar desde la entrada del ICP en Piedecuesta
por la vía de los ermitaños que tipo de árboles y flores teníamos y encontré
tres arboles violetas azulados, que aquí conocemos como Gualanday pero que en
otras latitudes reciben el nombre de Jacaranda.
Por otro lado detrás del Jacaranda se trenza una historia de amor prohibido. La leyenda dice que una joven rubia española de una de las familias españolas que llegó a tierras guaraníes conoció un aborigen de nombre Mbareté. Pilar una joven de 16 años empezó a tener encuentros con Mbareté, al principio ninguno se entendía, solo las miradas que se cruzaban abrían no solo el corazón, hasta que se hizo entender el indígena expresándoles sus sentimientos y el irse lejos de su padre. Así lo hicieron se fueron en canoa a una choza a la orilla del río. El padre al conocer la desaparición de su hija salió de la reducción con un grupo de hombres armados a buscarla. Al encontrar la tierna escena de su hija con el aborigen abrazados, entró en ira y al disparar, Pilar se colocó en medio de los dos hombres y murió al instante y el joven Mbareté también recibió un tiro acabando con su existencia y cayendo sobre su amada. El padre se regresó a la reducción dejando los cuerpos a la intemperie. Días después regresó por los cuerpos pero lo único que encontró era un árbol azulado hermoso que se mecía con el viento. El hombre comprendió que la misericordia de Dios había convertido a Mbareté en el árbol y a su hija que lo miraba con sus ojos azulados representados en sus flores. Puedes ingresar a este cuento en el siguiente link: http://www.alconet.com.ar/varios/mitologia/mitos/la_leyenda_del_jacaranda.html
Al encontrar las flores tome unas
cuantas para iniciar el proceso de destilación.
Como padre lo primero que dije fue…primero pruebo la esencia y luego se
la doy a mi hija.
La primera vez que la probé fue
sin alcohol. Reuní a mi esposa y la
empezamos a tomar juntos. Poco a poco
subíamos la dosis y lo que genero fue una pequeña relajación empezando con un
microsueño muy agradable. Allí donde me
senté me quería quedar pues estaba muy cómodo.
La segunda vez que la probé fue en vinagre y nuevamente la relajación
que te provoca la planta generaba que asintieras la cabeza como en señal de
respeto y entre sueño y realidad en mi
cerebro sentí como si las yemas de mis dedos las colocara en la cabeza y unos
agradables puntos de calor. Una electricidad
entre las diferentes zonas del cerebro. Esta vez me gustó mucho la experiencia
pues quería que mi hija pudiera bajar sus niveles de hiperactividad y
concentrarse en el estudio. Y la tercera
vez estaba envasando los frasquitos preservándolas en brandy. Recuerdo que no había desayunado y quedaron
unas 25 gotas. No podía desperdiciarlas
y decidí tomarlas. La sensación fue como
si me tomara una cerveza, igualmente muy agradable.
Mi hija Sofía que su nombre
significa Sabiduría le prepare sus gotas en vinagre y empezamos el tratamiento
en el sistema de Bach: 4 gotas cada 4
horas inicialmente, pero cambiamos al sistema bush 7 gotas cada 12 horas
siempre y cuando estuviera despierta. El cambio fue porque en el colegio no
podía estar con ella dándole las gotas, entonces luego de desayunar y partir al
colegio le daba las gotas de Jacarandá.
Creo que fue satisfactorio los cambios que vimos como padres pues encontramos
una niña más concentrada en sus quehaceres académicos y menos hiperactiva.
Fue así como al ver los resultados y agradecidos con el creador y esta bella flor seguimos destilando Jacarandá que ha servido para que otros niños que atraviesan situaciones similares a las de mi hija puedan encontrar mejoría. Algunas personas me preguntan que se siente con esa flor en el cerebro y les diría que es como cuando se bloquea nuestro computador en casa y necesitamos resetearlo para que funcione bien. Pues bien aquí termina esta experiencia maravillosa en donde una flor puede colaborarnos para mejorar la concentración de nuestros hijos.
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