El agua y el vino, la humanidad y la divinidad juntas
El pasado domingo escuchábamos en la homilía el primer milagro de Jesús: Convertir el agua en Vino. El resultado devolver la alegría a la fiesta a una comunidad. Jesús es el Vino Nuevo y en definitiva le buscamos en nuestra vida no por el vino sino por su presencia en la especies de Pan y Vino. De tal manera que le buscamos ahora para “Embriagarnos de la Sangre de Cristo” en la misma Eucaristía y anticiparnos al Banquete Celestial. Me recuerda el estribillo de la canción “Vino transformado en la Sangre del Señor”. El agua y el vino, la humanidad y la divinidad juntas en la persona de Cristo.
De Grecia y Roma, de Dionisio y
Baco los dioses del vino. De esta manera
las prácticas cristianas descienden de estas dos civilizaciones. No podemos desvincular el vino del culto
cristiano.
En mi tarea en donde destilo
plantas medicinales y esencias florales, el licor juega un papel importante
para potenciar las propiedades de las plantas.
Algunas en Whisky otras en Brandy y algunas en Vino. Estos insumos son claves para el tema de la
fitoterapia.
Buscamos potenciar nuestra
relación con las plantas y de esta manera aceleramos su accionar en nuestro
sistema circulatorio para obtener mayores beneficios en el menor tiempo
posible.
Comulgar con el mundo natural es
una necesidad, no solo lo podemos hacer en agua como parte de la destilación
sino también combinando el agua que lleva las propiedades de la planta y el licor.
La utilización de alcoholes anti
dolor utilizando plantas medicinales es una manera de llevar las plantas con
sus propiedades a nuestra piel semipermeable y al sistema circulatorio. Las tinturas madres en alcohol al 96% es una
opción para preparar los jarabes.
Una tintura madre de Uña de Gato
para un dolor de muela, para no dejar necrosar el tejido y desinflamar. Una tintura de romero como antiviral.
Una tintura de diez plantas medicinales como anti dolor. Una tintura de mejorana para friccionar y
aliviar los cólicos menstruales, una tintura de tomillo para aplicar en los
hongos de los pies. Y podríamos enumerar
cada planta en Alcohol para preparar mezclas que con ayuda del conocimiento
ancestral atendería alguna dolencia no solo del cuerpo sino del alma.
El agua del Carmen era uno de los remedios tradicionales. Agua del Carmen es un licor y
remedio popular en España desde el inicio del siglo xx.1
Elaborado con una fórmula de botica a partir de plantas medicinales, con un 55% de
etanol (alcohol), se le atribuyen propiedades como tónico estomacal, antiespasmódico, carminativo y
colerético,2
si bien en algunos círculos está escasamente considerada e incluso denostada
por las posibles connotaciones milagreras que sugiere su nombre y por las
contraindicaciones en embarazo y lactancia.a3
En su composición se anuncian esencias de melisa, limón, romero, menta, clavo, raíz de angelica, nuez moscada y canela.b
Inspirada en la antigua medicina espagirista y
también conocida como agua de toronjil o agua de
melisa,c4
su origen se documenta en 1611 como licor elaborado en Francia por los Carmelitas
Descalzos en el siglo xvii para «curar los
problemas nerviosos y la histeria, los problemas del alma, la violencia o
incluso el mal humor».1
A partir de 1911 empezó a comercializarse en Tarragona.5
Muy popular en España entre las mujeres maduras en el
siglo xx, aun puede encontrarse en farmacias y herbolarios,
con especial continuidad en Hispanoamérica.6
«Se toma en forma de gotas que se añaden a un vaso de agua o a una infusión
relajante» Tomado de Wikipedia
Santa
Hidelgarda Von Bingen, esta Doctora de la Iglesia benedictina también propuso
varios remedios naturales entre ellos planteó el lúpulo para agregar a la
conocida Gruit anterior a la cerveza que hoy conocemos y que llevaba plantas
medicinales.
El Gruit o “Pan Líquido” era
utilizado en la vida monacal inclusive para periodos de ayuno. Y es gracias a esta “profetiza del Rhin”
quien documenta en su libro “Psysica Sive Subtilitatu” el uso del lúpulo para
la fabricación de cerveza el cual tres siglos después fue tenido en cuenta en
Alemania.
Durante
el siglo XVII un grupo de frailes miembros de la Orden de los Mínimos de San
Francisco de Paula, que vivían en el claustro Neudeck ob der Au ubicado a las
afueras de Munich (Alemania) adoptaron el ayuno con cerveza como su método para
pasar la cuaresma. En ese tiempo el ayuno era obligatorio en los claustros y
abadías católicas, una práctica que se basa en consumir solo una comida al día
y renunciar a comer entre horas. La idea detrás de esto es emular las penurias
que pasó Jesús en su tiempo de peregrinación por el desierto. Una excelente
manera de acercarse a la pascua por cuarenta días. Cabe resaltar que hoy se
utiliza para fines recreativos y se ha perdido el uso medicinal. Recordemos que todo en exceso es perjudicial.
En nuestro taller ALIVIEN el uso de alcoholes
aromatizados con plantas medicinales ha sido una oportunidad de acercarnos a
las personas que tienen dolores musculares, osteoartriticos, reumatismo para
dar alivio a sus dolencias. También el
uso de plantas de la región como el tabaco maceradas en alcohol y la
combinación de esencias y la tintura de Benjui como fijador ha permitido un
nuevo producto de perfumería.
Y no podemos olvidar que el tema del vino estaba vinculado también con el tema de la fertilidad. En nuestro taller tambien encontraran vino de Itamo real con Damiana (el viagra natural) El uso de estas plantas en vino pueden aportar para el disfrute de nuestra sexualidad sana.
Ser conscientes del uso
de las plantas medicinales con licor es como decía Luis Borges, poeta argentino
en el Soneto del Vino: “Vino, enséñame
el arte de ver mi propia historia”
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