"Vengan a mi todos los que estén cansados y agobiados y yo los aliviaré" Mt 11 28-29
“Vengan a mí todos los que estén cansados y agobiados y yo los
aliviaré” Mt 11 28-29
Sobre esta promesa se construye Alivien. Un emprendimiento en donde el Reino Vegetal está al Servicio del Rey de Reyes y a nuestro servicio.
Uno de las ventajas de entregar
los productos que realizamos con las plantas medicinales es poder hablar con
las personas que las utilizan y estas nos comentan sobre el producto y como
éste contribuyó a su sanación.
Es de anotar que la finalidad de
este emprendimiento no solo es la sanación, sino que por medio de la curación
las personas reconozcan al Señor como su Salvador y Sanador.
La semana pasada entregué uno de
nuestros productos “Aceite de Cannabis” y para sorpresa me encontré con esta
hermosa historia que relataré.
La señora a la que ocasionalmente
le vendo el producto lo compartió con unos vecinos. Una pareja muy unida que no podía enfrentar
el hecho de una partida inminente. Al
esposo de habían practicado meses atrás una cirugía de corazón abierto, le
habían colocado marcapaso. Pero los
pulmones estaban colapsando. La
angustia, el no poder dormir y el temor a la muerte se apoderó de esta
pareja. Eran muy apegados. La señora que les compartió el frasquito les
dijo cuántas goticas podían tomar. La
pareja acepto el producto de su vecina y durante los tres días siguientes
pudieron dormir juntos, el esposo pudo reducir el dolor que sentía. Y fue el momento para aceptar la voluntad de
Dios. A los tres días murió el
vecino. Días después la señora le
devolvió el frasquito a su vecina dándole gracias pues este aceite le permitió
terminar sus días con su esposo de una manera más tranquila pudieron comprender, desapegarse y aceptar la
voluntad divina.
No es la primera vez que los
aceites esenciales contribuyen a mejorar la calidad de vida de los pacientes
que están pasando sus últimos días aquí en la tierra. Los tranquilizan, les permiten pensar
calmadamente, posibilitan el sueño y ayudan a mitigar el dolor.
Recordemos la frase del evangelio
con la que iniciamos este escrito. Ese
pesado Yugo que puede ser la enfermedad, puede ser cambiado por Cristo por un
yugo ligero. Y es el Reino Vegetal una
manera como el Señor se vale para mitigar su sufrimiento y poder hacer el
tránsito más fácil de la vida terrena a la vida celestial.
Esta semana que iniciamos
miércoles de ceniza nos imponían la misma, algunos con la frase: “Polvo eres y en polvo te has de convertir” o
“conviértete y cree en el evangelio”. La
ceniza impuesta es un elemento de la naturaleza y aunque sea el final de
nuestro cuerpo aquí en la tierra, también como elemento natural sea el comienzo
para el cambio de vida y para hacer más fácil nuestra transformación a una vida
más espiritual.
Revisemos en nuestra vida esas
pesadas cargas que tenemos y no solo acudamos a la oración sino también al
mundo diverso de la naturaleza para aprender a relacionarnos y comulgar con las
plantas. Ellas están a nuestro servicio
y al Servicio del Reino de Dios.
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