Sois semilla y no lo quieres reconocer!


Para los Carmelitas el monte Carmelo era un lugar fértil, era un jardín en medio del desierto y su nombre es en honor a la Virgen María.  Proviene del hebreo כרמן (Karmel) y significa "belleza" y "obra de Dios".  La Virgen del Carmelo es el nombre de la misma Virgen del Carmen para nosotros.

Mi tarea es que en cada uno de mis hermanos pueda encontrar en el desierto en el que viven, su propio jardín, su propio carmelo en el corazón.   Un ciego no puede guiar a otra ciego...si yo no cultivo mi jardín con la oración, si yo no trasplanto con la caridad las rosas, no puedo expedir el olor a  Cristo y tampoco puedo ayudar a sembrar un jardín en los demás.

En estos días nos dimos a la tarea de realizar unos semilleros de cilantro, albahaca, repollo, citronela de semillas que guardaba desde la pandemia.  Para sorpresa y con las lluvias al igual que las ocupaciones regresamos una semana después a ver como prosperaba el semillero. Asombrados vimos que en todos los semilleros creció una semilla diferente...la Verdolaga.  (tal vez venía en el abono) Lo curioso es que un indicativo para que esta planta crezca es que el suelo sea fértil.  Tal vez las semillas que tenía se habían pasado, no eran buena semilla.  Y sin embargo el esfuerzo de hacer los semilleros no fue en vano. Atrás de nuestro actuar como sembradores venía el Gran Sembrador y no nos dimos cuenta.  Dios nos había regalado una planta que es un Super alimento. A veces me pregunto por qué no nos contrariamos y arrancamos las plántulas que provienen de semillas que no sembramos. Queremos sembrar esto y aquello pero no lo que Dios quiere que sembremos en nuestro jardín.


Por otro lado revisamos unas pequeñas suculenta que nos habían regalado para el jardín y vimos como las hojas se las había comido un animal, al revisar dentro del matero, un pequeño caracol había hecho estragos con las pequeñas kalanchoe.  tomamos el caracol y lo sacamos del matero.  Realmente no podemos descuidar nuestro jardín interior, cualquiera puede venir y aprovecharse de lo que siembras.

Dos mensajes en esta semana:  ¿Qué tipo de Jardín quiere el Señor en nuestro corazón para poder el deleitarse? y el tema de los cuidados que tenemos que tener para mantener el jardín...entre ellos la oración y  la perseverancia.

Esta semana acudimos a reunirnos con las comunidad embera chocó asentada en en el municipio de Piedecuesta en Nueva Colombia.  Allí les entregamos un kit de semillas y plantas medicinales (llantén, orégano, boldo y albahaca).  Recordé que cuando pequeño estudiaba la  historia  y los testimonios de pueblos nativos que decían que seres habían llegado con semillas y les habían enseñado a sembrar y allí surgieron las grandes civilizaciones.  Hoy me encontraba como uno de esos seres que venia a la comunidad embera a entregarles semillas y decirles como podían sembrarlas con la esperanza que pudieran nuevamente comulgar con las plantas y ayudarles a construir un futuro mejor para esas 12 familias.


Con la lider indígena de esta población victima del desplazamiento alcanzamos a reflexionar sobre como actos tan sencillos  son tan significativos para ellos y les devuelven la esperanza a un pueblo que vive el desarraigo.

¿De qué sirve cultivar nuestro jardín si no compartimos semilla para que otros empiecen su jardín interior?  Cada uno de nosotros puede ser la semilla que necesita mi hermano para que florezca su jardín interior.  Sois semilla y no lo quieres reconocer!


Agradecimiento a nuestros benefactores, a Ecohumus que nos apoyo con fertilizantes sólidos, a la Fundacion Sayer con su emprendimiento  Alivien  y a la Iglesia naciente Anglicana del Carmelo de la Comunidad Paulina .
Tus aportes pueden contribuir a que sigamos sembrando esperanza en la comunidades vulnerables.  Realiza tu aporte a Daviplata 3008837212 o a Nequi 3142536128






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