Sana Colita de Rana, si no sana hoy, sanará mañana
Podemos hacer un análisis de la imagen en donde una madre
delega la curación de su hijo en el doctor a su primer hijo, al segundo hijo
que requiere su atención le hace los primeros auxilios y le da alguna pastilla
y al tercer hijo realmente coloca las manos sobre él y lo cura con afecto.
¿De qué sirve la planta con todas
sus propiedades y biofotones sino se les da la dirección adecuada?. ¿De qué sirve la oración sino pedimos por los
demás? Sino contribuimos a sanar desde
la distancia. Está demostrado que quien
es sanador expide una luz que va desde su centro energético hasta la persona
que desea ser sanada. Sea que la
tengamos al frente o sea que este a cientos de kilómetros de distancia. Es la intención de nuestros pensamientos y
sentimientos que hace que podamos direccionar.
La imposición de manos es un acto de misericordia, pero también es un
acto de sanación. Recuerdo a mi madre
cuando me caía, llevaba sus manos a la boca y con su saliva tocaba el lugar
donde me había golpeado y me decía “sana
colita de rana, sino sana hoy sanará mañana”.
Su intención era sanadora…la primera mujer sanadora es nuestra
madre. Con el tiempo sabemos que las
plantas tienen ese poder o energía y las utilizamos con esa intención de ver
sana a la persona. Prácticamente la
estamos invitando a comulgar con la planta para sanarse.
Cuando destilamos aumentamos el
nivel de frecuencia de las plantas y lo elevamos aún más cuando oramos sobre
nuestros hermanos menores (las plantas) y generamos una mayor energía que
direccionamos sobre las personas que piden nuestra ayuda o están enfermas. Por ello las moléculas de los productos de
ALIVIEN aumentan su vibración para
entrar en el cuerpo, aliviar y sanar a quienes las consumen.
En nuestra experiencia todo es un
acto de sincronización entre el Creador, el sanador, la planta con las
propiedades medicinales y quien espera ser sanado. Esa sincronización es un acto de amor entre
el creador y su creatura. El sanador solo
es un instrumento para ser utilizado por la divinidad, el cual en su misión de
sanador también es sanado.
Cuando iniciamos la tarea de sanar con plantas medicinales. Recuerdo que inicie macerando aceites. Una mezcla de Caléndula, Cannabis y Gualanday en aceite de oliva. Varios meses duró allí en nuestro taller macerándose hasta que llegó la persona que lo necesitaba. Un campesino de la zona que se había rascado detrás de la oreja había infectado esa herida. La situación era bastante crítica pues empezó a necrosarse. El decía que le dolía mucho y estaba bastante rojizo alrededor. Le dije que era importante revisarse de un médico y tomar algún antibiotico, pero se rehuso a bajar al pueblo pues la eps no le hacía nada solo pastillas para el dolor. Le dije que la planta que ibamos a utilizar estaba frente a la casa de él -Gualanday-, le propuse que se aplicara el aceite tres veces al día...pasaron unas dos semanas y quedó completamente curado. Muchos son agradecidos con Dios otros no. Igual, les decimos que den gracias a Dios y a la naturaleza por los beneficios recibidos y que todo esto sea para alabar con la creación y darle gracias al creador.
Webgrafía: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0535-51332008000400012
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