Si el Edén era el Paraíso Terrenal el huerto era una delicia
El Huerto como proyecto y como lugar predilecto para orar y meditar
Los huertos en tiempos de Jesús eran espacios de árboles frutales más que un espacio para la siembra de legumbres y plantas medicinales, pero también era el lugar preferido para Jesús en donde acudía a orar (Huerto de Getsemaní) Sin embargo la biblia nos remite a los textos del génesis en donde Dios planto un huerto en el Edén (Gn 2;8-24) específicamente al oriente del Edén tenia lugar el Huerto de Dios.
El propósito del huerto era poder sembrar en el corazón de Adán y Evá su proyecto divino. Pero en el Huerto estaba el Árbol del Bien y del Mal. Y bueno ustedes conocen la historia en donde fueron expulsados no solo del Huerto sino del Edén mismo.
En estos días encontraba una definición del Edén diferente a la que siempre nos han dicho: Paraíso Terrenal. En esta oportunidad: Lugar muy agradable en el que se está a gusto y se es feliz..
Es interesante acercarnos a la experiencia del Dios Agricultor el cual tiene dispuesto un Huerto para iniciar su Plan Divino para con la humanidad. Y si toda la creación girara entorno al huerto? Y si el proposito es cultivar la tierra, armonizar nuestra vida con la naturaleza, comer sano y saludable, respetar nuestro entorno y casa común, promover la seguridad alimentaria, compartir semillas, aportar a las ollas comunitarias y fortalecer los territorios. Tal vez la definición de Edén encaje en ese lugar agradable que se está a gusto y se es feliz. Tal vez se pueda encajar en el slogan de "Vivir Sabroso"
En nuestra experiencia de plantar un huerto voy a remitirme a 4 momentos :
En la infancia mi familia tenia una finca en Guaduas Cundinamarca (1983-1990) y allí cerca al pozo escéptico estaba la huerta. Mi primera experiencia era llevar los experimentos de ciencia y sembrarlos en la huerta, el frijol, luego hacer semilleros y trasplantar. Realmente era un proceso lento pero daba mucha satisfacción ver crecer lo que uno había sembrado y lo mejor recolectar y poderlo llevar a la mesa. Alli aprendí que había que sembrar el frijol con el maíz para que este se enredara en el maiz. También conoci las semillas del ICA que adquiriamos en el pueblo. Todo lo anterior generaba estar pendiente del cuidado del huerto. Regar a unas horas de la mañana o prender el aspersor y correr para no lavarse, aporcar, revisar si han llegado plagas, en fin algunas tareas que poco a poco fuimos aprendiendo.
Otro momento fue la Granja Auto sostenible para la Rehabilitación de Victimas de Minas en Girón-Santander durante 10 años (2008-2018) aprendimos a mejorar las condiciones del terreno pues estábamos a orillas de la quebrada la Iglesia, abonarlo para tener cultivos de pancoger. Una tarea que desarrollaban las victimas de minas y que posteriormente los victimarios que cumplian por ley 975 horas de servicio social. Recuerdo que destinamos en una oportunidad para el cultivo de Flor de Jamaica y aprendimos a retirar la flor del caliz, colocarla a secar para posteriormente empacarla y venderla. Pero tal vez lo más importante era un tubo de gres grande que servia de matero cerca a la casa y este tenía una planta aromática que las aves trajeron. Orozuz o Regaliz, esta planta la utilizaban como agua aromática y servía para procesos de ansiedad y estados depresivos. Fue allí cuando me di cuenta que las plantas están a nuestro alrededor para curar nuestras dolencias.
El tercer momento fue cuando iniciamos nuestro proyecto de destilación de plantas medicinales en la vereda Granadillo en Piedecuesta - Santander (2019-2020) allí iniciamos en un pequeño espacio con llantas la siembra de nuestras plantas medicinales. Allí fue cuando comprendimos la importancia de comulgar con las plantas y en donde con cada una de ellas era un encuentro. Vivimos la Pandemia del Covid 19 en la montaña, ayudando a las personas con nuestros productos de plantas medicinales.
Y el cuarto momento fue a partir de un proyecto de alfabetización de plantas medicinales con el Colegio Panamericano y la Fundación Sayer a finales del 2021 en donde empezamos a sembrar en la Finca el Fical en Girón -Santander nuestras propias plantas medicinales para realizar la destilación y comercializar nuestros extractos naturales. Hemos empezado a promover las huertas caseras con la comunidad embera para que ellos dispongan de plantas medicinales para sus diferentes dolencias. Hoy contamos con un un huerto de plantas medicinales el cual hace parte de nuestra cotidianidad y es tema de conversación de todos los días. Desayunamos y almorzamos frente al huerto, cada planta tiene su historia. La que recogimos, la que rescatamos, la que compramos, la que sembramos y las que han curado.
En definitiva nuestra vida ha sido marcada por experiencias significativas de la huerta. Una experiencia que es una Delicia como el Edén....un reencontrarnos con nuestros antepasados que vivieron del campo, que surtieron con sus huertos nuestras mesas. Un encuentro de saberes con cada planta medicinal y con nuestros abuelas. Un cultivo de virtudes como el de la Paciencia. Y es que el huerto requiere constancia, paciencia, acciones de cuidado a diario. En fin, si el huerto es una delicia si es el proyecto primero de la divinidad... por qué no continuarlo?. Por qué no regresar al Edén y seguir cultivando para agradar a Dios? Tal vez el Huerto de Getsemaní, tu huerto o el mío sea la oportunidad del Encuentro con Dios que estamos necesitando.
No podemos olvidar que en el huerto podemos crecer espiritualmente a la par con el cultivo y cuidado de nuestras plantas. Esta acción de ver crecer..es la contemplación. Es maravillarnos de la creación.
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