¿Qué puede contaminarnos?

 



Recuerdo a un amigo samario que cuando uno le preguntaba ¿Cómo estás? el decía "!Estoy en la inmunda!"  y yo soltaba la risa por esa expresión y por la forma como lo decía.  En el antiguo testamento estar en la inmunda sería haber tenido contacto con alguien con flujo de sangre, flujo seminal,  con algún leproso, haber comido de la ofrenda dedicada al Señor, comer algunos animales prohibidos, casarse con parientes, tener contacto con cadáveres y contaminarse con los ídolos de Egipto.

Me pregunto hoy ¿Qué es vivir en la inmunda? 

En el evangelio de hoy Jesús se aparece por tercera vez a los apóstoles que estaban pescando y  Jesús les redirecciona en donde deben echar la red para conseguir el pescado.  Y come con ellos a la orilla del  mar de Galilea.   Me pregunto si después de la muerte del maestro y al compartir con el resucitado por tener contacto con Él, después de hacer vencido la muerte serían considerados inmundos.  NO lo creo.  Sin embargo, ellos volvieron a la rutina, a lo cotidiano, a lo que hacían antes de ser Pescadores.  Pareciera que  abandonaron la misión que tenían, se replegaron, tenían miedo por todo lo que había pasado y dejaron de echar redes para ser Pescadores de gente  y volvieron a pescar lo del diario.  Es como si pasáramos la Semana Santa y después de decir ¡Felices Pascuas de Resurrección!  regresamos a lo mismo de antes, a seguir pecando, a vivir del miedo.  Creo que ahí si estaríamos en la Inmunda, porque no corrimos a dar y Ser la Buena Noticia, ni ser testimonio de vida evangélica.  NO fuimos entonces capaces de salir de si mismos a los demás.  Amar al otro al desconocido, entregarnos.

Si la conversión no fue de corazón realmente es fácil volver a caminar en el pecado.  Volver atrás y reincidir sería vivir en la inmunda.  La mujer de Lot desobedeció, miró hacia atrás y quedó petrificada del miedo.

Pero ¿qué puede contaminarnos?  "No es lo que entra en la boca del hombre, sino lo que sale de ella" Mt. 15,11.  Es realmente lo que contamina lo que brota del corazón del hombre. Y los mensajes de pascua son muy claros cuando los discípulos de Jesús contrariados, angustiados por lo que había pasado a su maestro, escuchan la Palabra y la explicación de la misma, calentando su corazón y luego ellos le dicen "Quédate con nosotros" y posteriormente le reconocen en la fracción del Pan. Tal vez, esta allí la manera de salir de la Inmunda y no dejarnos contaminar.  Invitar a Jesús a quedarse en nuestro corazón.  Pues que puede brotar de allí? si somos habitados por Él...solo el Amor.  La purificación no es de labios, no es de manos es del corazón.

En días pasados tuve que bendecir en una Eucaristía el Agua, unos escapularios de la Virgen del Carmen y unas medallas de San Benito.  Tome una rama de una flor rosa del jardín.  Hasta ayer me dio por conocer sobre la planta y descubrí que era laurel rosa o Andelfa.  Una planta altamente peligrosa y venenosa pues tiene una sustancia llamada oleandrina que es un cardiotóxico.  Ante nuestros ojos puede ser bella la planta pero desconocemos lo toxica que puede ser y a veces por ignorancia o desconocimiento podemos contaminarnos.  Después de la Bomba de Hisoshima  luego de que todo quedo carbonizado y con una alta radiación, la naturaleza empieza a reverdecer y fue esta planta la Andelfa la que nuevamente dio sus primeras flores.  

Podríamos decir que algunas plantas y árboles son resistentes a la misma deshumanización del hombre, a la misma contaminación nuclear.  Y ellas están allí para reverdecer de nuevo para seguir resistiendo, para dar Esperanza.  Muchos no creían que podría volver a salir algo de los escombros de una explosión atómica.  Y en medio de la tierra carbonizada vuelve a surgir la Vida y con más fuerza.

El gingko uno de los arboles que resistieron retorcidos y carbonizados se doblaron en dirección al hipocentro nuclear.  "Es como si los árboles con sus cuerpos estuvieran apuntando hacia el hipocentro para que no olvidemos lo que sucedió", afirmó Tomoko.  Estos arboles volvieron a florecer y a dar semillas.  Semillas que han sido llevadas a otros países como símbolo de Paz.  La contaminación nuclear, la resiliencia, la esperanza, la Paz

Las plantas están allí como medicinales para su propio entorno.  La fitorregulación la cual permite a algunas especies descontaminar la tierra de los estragos de una bomba atómica, de limpiar los metales pesados.  En Ucrania donde ocurrió el desastre de Chernóbil, las plantaciones de cannabis contribuyen a limpiar la tierra de los metales pesados altamente radioactivos.  En Japón en la planta de Fukushima que tuvo un escape de radiación, lo hacen con la planta del maiz.  

Pero la contaminación antes de ser nuclear salió del corazón del hombre.  Entonces podremos responder la pregunta.  No eran los habitantes de Nagasaki y Hiroshima quienes vivieron en la Inmunda después de la explosión atómica.  Quienes vivían en la inmunda fueron quienes en su corazón promovieron el odio y eso se desbordó en una tecnología mal utilizada que terminó con la Bomba Atómica.  




Comentarios

Entradas populares de este blog

El Poder de Ser Semilla

Una pastoral de salud dedicada a los mas vulnerables

SOÑAR EL SUEÑO DE DIOS