El Poder de Ser Semilla
¿Dónde me has plantado Señor?
El último año de secundaria en
clase de religión en el Colegio Franciscano del Virrey Solís en Bogotá, el
fraile nos pidió dos libros obligatorios.
El documento de Medellín de los Obispos y el documento de Puebla. Una inmersión en la realidad latinoamericana
de pobreza y exclusión de sectores marginados y en especial había un capítulo
dedicado al campesinado. La doctrina
social de la Iglesia proponía desafíos, muchos de ellos después de más de 50
años no se han cumplido. La realidad de los campesinos no se ha transformado
como debería ser. Faltan políticas
agrarias que realmente beneficien a este sector campesino.
Hoy volví sobre las conclusiones
del documento y me llamo la atención la frase:
“Esta elevación del medio rural contribuirá al necesario proceso de
industrialización y a la participación de las ventajas de la civilización
urbana”
Ayer celebramos 3 años del
Mercado social y popular campesino de la UIS
del cual hacemos parte con una pequeña huerta de plantas medicinales que
trasformamos en medicina alternativa con la fitoterapia. Hemos sido testigos del deseo de salir adelante
de familias campesinas con sus cosechas que se abren espacios luego del
estallido social en medio de la pandemia para acercarse a la ciudad y vender
sus productos. Hemos sido testigos de
organizaciones que apoyan al campesinado para transformar sus productos y
darles mayor valor como Corambiente y la Corporación Compromiso que le han
apostado a transformar realidades de la ruralidad. También hemos sido apoyados con programas de
la Cámara de Comercio para pequeños emprendedores rurales con su marketing
digital, en el diseño y elaboración de etiquetas a cada uno de nuestros
productos y en el apoyo de la alcaldía en mercadillos en los parques acercando
a la ciudadanía a la realidad de los emprendedores.
Regresando a la palabra de “elevación
del medio rural…” es colocar sobre la mesa el tema, no debajo…no
engavetarlo. La necesidad de la
seguridad alimentaria y el desarrollo humano de los pueblos tiene un papel
relevante en los planes y programas de desarrollo. Y más cuando somos lo que comemos…queremos
comer sano y gozar de una buena salud.
Como decía Hipocrates “que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu
medicina” o como decía Santa Hidelgarda como una regla de vida: “Que tu comida
sea tu medicina” y “procura sacar remedios de la naturaleza”.
Hoy debemos apostarle como
ciudadanos, como laicos comprometidos de iglesia a trabajar por algún desafío
en la construcción de la sociedad pues desde aquí construimos el Reino de los Cielos. No podemos estar alejados de las luchas
sociales siendo espectadores. Debemos
colocar nuestros talentos para transformar realidades con Cristo, por Cristo y
para Cristo. Solos no podemos y nuestra
tarea no será perfecta, solo con Él nuestra tarea será agradable a los ojos de
Dios cuando sea llevada a la Plenitud con Cristo.
Debemos reconocer nuestro Poder
de ser Semillas y que el sembrador confía en su Semilla que caerá en un buen
terreno y dará frutos..pero las semillas son inteligentes…ellas empiezan a
germinar cuando las condiciones empiezan a darse. Tal vez, hemos esperado demasiado y a pesar
que las condiciones están dadas no hemos empezado a germinar para contribuir al
Plan de Dios que es Perfecto.
Ayer cada familia de campesinos
llevó 5 sobres de semillas y en cada sobre estaba marcado por un lado el nombre
de las semillas y un valor a destacar del mercado campesino. Cuando uno está en el campo cuatro son los
tesoros del Campesino…Dios primeramente, su familia, su huerto y sus semillas. Ir a la caja de semillas que guarda en un
lugar especial y tomarlas para llevarlas al mercado campesino y compartirlas
con los demás.
Foto tomada del video del mercado campesino UIS
Cada familia entrego sus semillas
y muchos por curiosidad se acercaron a la caja para ver que semillas habían y con cual valor se relacionaban y
entregar un dinero por alguna de ellas que deseaban sembrar o iniciar su
pequeño huerto en casa.
Yo entregue la semilla de mostaza
y el valor la Fe. Curiosamente ayer el
evangelio nos hablaba que el Reino de Dios se parecía a esta semilla que era
pequeña y que cuando crecía, ésta se convertía en un árbol grande que daba
sombrío y alimento a otras aves y especies.
Entregue mis otras semillas de Llantén, citronela, ají y albahaca.
En esta dinámica de las semillas son
pocos los ciudadanos que no han descubierto el valor que tienen sus campesinos
de ser Guardianes de las Semillas. Y es
que elevar el medio rural es valorar esos tesoros escondidos de nuestros
campesinos que solo Dios revela a los sencillos y humildes. Nuestros campesinos guardan sus mejores
semillas para compartir. Son ellos
quienes han dicho no a semillas transgénicas o modificadas. Son ellos quienes tienen un tesoro para
nuestras vidas y nuestra salud está en sus manos.
Difiero del mensaje Semillas de
la Suerte…tal vez por ese juego de los mercados en donde hay un regalo a bajo
precio en la llamada pesca milagrosa…tal vez el que diseño la actividad
invitaba a curiosear. Pero en el fondo
no son semillas de la suerte….son semillas con un propósito.
Hoy el Señor te ha sembrado…Tú
sabes el valor que tienes como Semilla.
Es el momento inteligente de brotar y crecer y con el tiempo dar una
buena cosecha que aporte a las luchas sociales de dignificación de nuestra
sociedad. Solo así construirás el Reino de Dios desde el lugar que te ha
plantada el Sembrador.
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